El Papa pide a los países ricos que promuevan la globalización en favor de los pobres
Tomado de "La Razón"

Redacción - Madrid.-
Juan Pablo II pidió ayer a los países desarrollados que promuevan la globalización en beneficio también de los pobres y que tengan en cuenta en esa acción el concepto de solidaridad. El Papa lanzó este mensaje a los países ricos durante la audiencia a los participantes en el congreso de Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos, ante quienes dijo que «la globalización es el nuevo nombre de las cuestiones sociales», fenómeno que «impone esforzarse para hacer converger las distintas fuerzas en un espíritu de fraternidad».
El Sumo Pontífice llamó a «globalizar la solidaridad» de modo que los países ricos tengan una actitud responsable en la defensa de los recursos de la Tierra y en la salvaguarda de los seres humanos. Para el Papa, es necesario que se instaure «una coalición global en favor del trabajo digno» y añadió que «se haga todo lo posible por permitir efectivas oportunidades de empleo para todos, asegurando una retribución adecuada a cada uno».

Ser humano y no dinero

Por otro lado, el Papa aseguró que «el ser humano y no el dinero o la tecnología es el protagonista del desarrollo», en referencia a «la solución para el mal del subdesarrollo y para las situaciones dramáticas en las que viven y mueren millones de personas».
Según expresó el Papa a la Federación de Universitarios Católicos Italianos, a los que envió un mensaje con motivo de su congreso «Solidaridad en la red de la interdependencia», el problema del subdesarrollo «es de naturaleza fundamentalmente ética y a ella deben corresponder decisiones económicas y políticas coherentes». El Pontífice añadió que «la creciente interdependencia entre los pueblos requiere sobre todo una fuerte solidaridad moral, cultural, económica y una organización política de la sociedad internacional que pueda garantizar los derechos de todos los pueblos». Para concluir su mensaje, el Papa abogó por una «reforma del comercio internacional y del sistema financiero mundial», siempre y cuando asuma cada uno sus compromisos concretos.